Cuando perdonas, te liberas… es literalmente como si lograrás quitarte un peso muy pesado que venias cargando en tu espalda, no es fácil… pero quien lo logra es muy valiente.
A lo largo de nuestra vida nos pasamos llenando nuestro corazón de resentimiento y de motivos, pues como seres humanos que somos, el mal que recibimos de otras personas, nos hace mucho daño.
Cuando nos hacen daño la reacción inmediata y lógica es ir en contra de quien nos hizo el daño con la intención de defendernos; pero esta reacción lógica y natural tiene sus problemas. A corto plazo es una intranquilidad y pensamientos negativos constantes y a largo plazo este odio ira quitándote la tranquilidad y hasta traerá enfermedades, pues el cuerpo expresa lo que el alma calla.
Bueno… Yo soy también un ser humano como tú, y no puedo negar que es muy fácil decirlo “Perdona a esa persona” pero el proceso toma su tiempo y no es tan fácil, es necesario primero entender con toda la conciencia que quien se está haciendo daño es uno mismo y no es justo que nos hayan hecho daño y fuera de eso tengamos nosotros que cargar con ese dolor y tomarlo de forma personal.
Cuando digo tomarlo de forma personal me refiero a que estamos acostumbrados a recibir el agua sucia que nos tiran las personas o a recibir esa “magia negra” (Le llamo así a los comportamientos con malas intenciones que llegan a nuestras vidas, no precisamente la magia como se conoce) pues honestamente no creo en eso, creo en las personas con un corazón triste que quieren pasarle su tristeza a otras personas y deshacerse con uno de la ira que sienten… incluso muchas veces esa ira es con ellos mismos.
Desde que intento ver la vida de esta forma, es que he podido comenzar a trabajar en el perdón, intentando ver al otro con ojos de misericordia y de amor. Pues es un humano como yo, con todo el derecho a equivocarse, así que lentamente lo voy dejando ir también teniendo en cuenta que el tiempo de Dios es completamente perfecto y que todo lo que sucede tiene un propósito de aprendizaje.
Si te pones a mirar a las personas que tienes que perdonar desde el corazón y la fe terminaras mirándolas como unos MAESTROS de la vida, pues gracias a eso que te hicieron aprendiste lo opuesto, Por ejemplo… Si una ex pareja fue infiel y eso te dolió mucho, asume que esa persona vino a enseñarte la fidelidad y agradece a Dios que se fue de tu vida; Si un padre de abandono cuando eras un niño, asume que ese padre vino a enseñarte a ser un padre presente en la vida de tu hijo y deja ir ese rencor.
En la vida todo depende de la actitud con que tomes las cosas y como quieras mirar las diferentes realidades, si con los lentes del odio o con los lentes de la asertividad, creo que me extendí en este artículo y además me fluyó muy delicioso (Eso sentí desde acá jejjeje) Seguro estaba sacando unos cuantos perdones que me faltaban, y seguramente toda la vida tendremos que estar trabajando en eso, pues el “PERDÓN ES CUESTIÓN DE TIEMPO”
TIPS MENTALIZADOS
- Escribe lo que te hace daño en una carta (Intenta expresar con todos los detalles y después quema esa carta, esto funciona en tu mente y corazón como una representación del perdón.
- Para poder entender un poco más a la otra persona que te hizo daño, escríbete una carta a ti mismo como si fueras la persona que te hirió, intentando explicar los motivos por los cuales ella o él te hicieron esta ofensa.
- Recuerda que perdonar no es de débiles, es por el contrario de valiente, muy valientes.
- Intenta mirar a esa persona como maestro, e identifica cual fue la enseñanza que esa persona te dejo.
- Cuando sientas ira permítete sentirla y no reprimas sentimientos ni te sientas culpable, deja que las cosas fluyan para que puedan salir por el camino indicado.
Me encanto escribir sobre este tema. Es real, las redes dan la impresión que todos somos uno solo y que a medida que por medio de mis artículos y video sano corazones, es el mío el que está sanando y rebozando de emoción.
Gracias por leerme y ser parte de mi vida.
Cortesía imagen Freepick