Mente absorvente del niño y periodos sensibles

La mente absorbente pertenece al primer plano del desarrollo y se refiere a esa capacidad natural que tiene el niño para recibir la información de su entorno y
convertirla en un aprendizaje. Los niños nacen con esta capacidad innata que asemejamos a una esponja, a medida que vamos vertiendo más agua en ella, más grande se va poniendo, lo mismo pasa con el bebé, él va absorbiendo todos los estímulos y la información del ambiente; Obviamente para que todo esto se potencié es necesario contar con un ambiente preparado y un adulto con herramientas para acompañar al niño en su proceso de aprendizaje.

La mente absorbente tiene las siguientes características. Es universal, ilimitado en posibilidades, limitado por el tiempo, se da sin esfuerzo alguno, no discrimina, es
diferente a la de los adultos que es más racional, y encarna el medio ambiente.

Por otro lado, pero en el mismo primer plano del desarrollo aparecen los periodos sensitivos, estos son momentos especialmente sensibles que ocurren a lo largo del
desarrollo en los que el niño se interesa intensamente por aprender una habilidad o característica, y si los aprovechamos el niño podrá aprender eso que tanto le llama su atención de forma natural. También podría decirse que son los instintos que guían la mente absorbente.

Estas son las características de los periodos sensitivos:
Son temporales, producen actividad intensa y dirigida, se superponen, son variables en longitud, son universales, estos no causan no fatiga y producen alegría, exigen repetición, y por último son instrumentos de la mente absorbente.

Vamos entonces a hablar de cuáles son esos periodos sensibles en el desarrollo del ser
humano.
1. Lenguaje: Este periodo va desde el nacimiento hasta los seis años, el niño tiene una gran sensibilidad por los movimientos de la boca y por los sonidos.
2. Orden: El orden les genera la sensación de seguridad, el orden que perciba en su espacio, estará relacionado con el orden mental que el niño adquiera.
3. Pequeños detalles: Este va de los cero a los tres años, y es el interés que tienen los niños por los objetos pequeños y los buenos observadores que
además son.
4. Desarrollo sensorial: El cerebro de un niño percibe la información del mundo exterior a través de los sentidos, por esto es tan importante posibilitarles materiales para que pueda darse este desarrollo por medio de cada uno de sus sentidos.
5. Movimiento: Entre los dieciocho meses y los cuatro años los niños tienen la necesidad de moverse para conocer y explorar el mundo.
6. Relaciones sociales: Entre los tres y los seis años, una vez el niño va siendo más consciente de quién es el, ya comienza a interesarse por relacionarse con sus pares y construir relaciones sociales.

Hemos entonces vislumbrado dos conceptos esenciales para que el aprendizaje en este primer plano del desarrollo pueda darse de forma natural, termino reconociendo y haciendo énfasis en la importancia de dar a conocer al mundo y a los padres de familia lo críticos y esenciales que son esos primeros años de vida de una persona en su desarrollo humano, ya que como le dijo Freud a María Montessori en su momento: “Si todos tuvieran sus escuelas, ¡no me necesitarían!”.

Escrito por: Carolina Molina O.

Bibliografía:
*Foschi, R. (2020). Maria Montessori. Ediciones Octaedro.
*Muñoz, B. M. (2018). Montessorízate: Criar siguiendo los principios Montessori.
GRIJALBO ILUSTRADOS.